Auditoría Pública nº 73. Revista de los órganos autonómicos de control extreno
En el escenario civilizatorio que se va configurando, el mantenimiento del estado de bienestar tal como lo hemos concebido parece bastante cuestionable. De he- cho, a partir del estudio de las necesidades energéticas para el mantenimiento de las sociedades complejas, y mediante el modelo de la Jerarquía de Necesidades Energéticas, investigadores como Joseph Tainter, Jessi- ca Lambert, Charles Hall, Stephen Balogh, Ajay Gupta, Michelle Arnold o Pedro Prieto, entre otros, cuestionan en múltiples trabajos el mantenimiento del estado de bienestar tal como lo hemos concebido y lo conocemos. Toda la evidencia apunta, cada vez más claramente, a que necesitamos otro modo de organizarnos y orga- nizar nuestras relaciones y transacciones, tanto entre nosotr@s como con el resto de seres vivos, animales y plantas, y con la propia Naturaleza que nos sustenta y de la que intrínsecamente formamos parte. La continuidad de algún estado de bienestar, en la esfera del que disfru- tamos, pasa, sin duda, por un nuevo sistema socioeco- nómico que nadie sabe bien cómo debería ser, pero que a estas alturas sí sabemos bien cómo no puede ser. Tal cambio nos aboca a retos magníficos en nuestra forma de percibir y vivir un mundo del que tan solo hereda- mos el usufructo, desde la superación del pensamiento lineal y causal que contribuya a la comprensión e inte- riorización profunda de las Leyes de la Naturaleza, y del respeto a las mismas, hasta una miríada de cambios en esquemas cognitivos de menor nivel que afectan a nues- tras prácticas y relaciones sociales, económicas, labora- les, de gestión organizativa y empresarial; pasando por una profunda introspectiva y revisión personal de los valores propios. A.P . El contexto económico y social descrito puede suponer un cambio de prioridades públicas y también en la tarea de los OCEX. A su entender, ¿qué nuevos frentes se abren en el trabajo de los órganos de control externo? Hasta ahora, el sector público ha confiado en el crecimiento de los ingresos públicos para seguir am- pliando sus servicios y su capacidad de influencia en la economía. Sin embargo, ante el panorama actual, y el previsible futuro, es muy probable que se produzca una revisión del contrato social con el fin de redefinir los servicios públicos a satisfacer. El mayor o menor alcance de estos servicios no sólo dependerá del deseo político y del nivel de ingresos públicos, sino también de la eficiencia en su prestación. Y es en este punto donde los órganos de control externo deben aportar su expe- riencia, que no sólo se limita al análisis financiero, con- table y legal, sino que se extiende también al análisis y auditoría de la eficacia, economía y eficiencia del sector público. Es probable que los OCEX deban incrementar su actuación en el ámbito de las auditorías de gestión u operativas. No obstante, como señalo, el cambio necesario nos plantea retos magníficos en nuestra forma de percibir y vivir el mundo que hemos recibido en usufructo, co- menzando por una profunda introspectiva y revisión personal de los valores propios. Y este es también un viaje que deberán emprender los OCEX, viaje que, una vez interiorizado, estoy convencido sabrán cómo hacer. A.P .¿En qué medida está preparado el sector públi- co para afrontar este futuro inmediato? ¿Considera que se está avanzando en el buen sentido? ¿Qué medi- das serían necesarias? En la actualidad, y a juzgar por lo que podemos ob- servar en la mayoría de sectores públicos del mundo, diría que no, que no parece que el planteamiento pase siquiera por afrontar la realidad. Desde luego, nuestro ordenamiento legislativo y ejecutivo, más centrado en el corto plazo de los 4 años y la reelección, va en contra de un cambio radical y sistemático que nos tomaría un mucho más largo plazo. Además, como apunta Anto- nio Turiel en su magnífico blog, “Los grandes agentes sociales y económicos se están comportando como ni- ños, poniéndose los dedos en los oídos mientras gritan ‘La, la, la, no te escucho’, como si esconder la cabeza debajo del ala fuera a hacer desaparecer el grave pro- blema que tenemos por delante. Mientras estos agentes sigan utilizando información de tan baja calidad, que se acepta acríticamente sin ningún análisis, harán que los problemas que vienen sean inevitables. No solo la adulteración de los combustibles fósiles es mala para la sociedad; posiblemente lo es mucho más la adulteración de la verdad.” Las medidas necesarias, a mi juicio, son relativamen- te sencillas, o relativamente complejas dado el actual estado de las cosas. Pasarían por aspectos como, entre otros: - La superación del pensamiento lineal y causal, apostando por el cultivo del pensamiento sisté- mico que permita contemplar las diversas ver- tientes de la realidad que integran un fenómeno. - La comprensión e interiorización profunda de las Leyes de la Naturaleza, y del respeto a las mis- mas, apostando desde la Academia por el pa- radigma intelectual de la Economía Ecológica; desde la práctica organizativa y empresarial por los diseños organizativos, de proceso y de pro- ducto-servicio en el marco de esquemas como el ¿Susto o muerte...? 7 Auditoría Pública nº 73 (2019), pp. 4 - 8
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