Auditoría Pública nº 73. Revista de los órganos autonómicos de control extreno
I . INTRODUCCIÓN La evaluación ha sido concebida como una técnica de análisis dentro de la esfera privada en lo que a priori parece ser una herramienta poco aplicable a la Adminis- tración Pública. El control económico financiero per- manente y la auditoría, entendidos en un contexto de control interno y externo aplicado a políticas públicas, arrojan datos cuantificables en un momento posterior a su entrada en funcionamiento. El hecho de poder apli- car técnicas evaluativas a esas políticas y ver los efectos y los resultados de las mismas antes de que se puedan poner en práctica, podrían dar respuestasa la necesidad de rendición de cuentas en la inversión pública y en la investigación social. Desde que la noción por la eficacia pública se ha de- sarrollado en la conciencia ciudadana, surge la necesi- dad de analizarla y de hacerla creíble ante los ciudada- nos como máximo exponente final de la misma. En este contexto nace la idea de evaluación encami- nada a una evaluación de políticas y acciones públicas, de forma conjunta con las ideas de racionalización y mo- dernización de los sistemas públicos; la sociedad avanza y con ella los métodos para obtener resultados probabi- lísticos antes de poner en marcha las políticas públicas. Asociada a los procesos de racionalización de las de- cisiones presupuestarias y al uso de métodos de mana- gement (gestión) en las grandes empresas, la evaluación es un acto político esencialmente democrático, esencial para mejorar la eficacia del Estado, logrando una me- jor asignación de los recursos y, por ende, consiguiendo economías públicas. De esta manera, junto con el denominado principio de economía de medios y eficacia en la asignación y utiliza- ción de los recursos públicos, se une el principio básico del servicio público y se recoge el derecho que tiene el ciudadano a la calidad en la prestación de los servicios públicos, estableciéndose un límite fundamental a la po- sibilidad del gestor de minimizar el coste de los mismos. El hecho de considerar el término calidad al evaluar las políticas públicas introduce una serie de complica- ciones de cálculo que no se contemplan en la contabi- lidad analítica poniéndose de manifiesto cómo la Ad- ministración se encuentra obligada a evaluar tanto la consecución de los objetivos asignados presupuestaria- mente a los gestores de los distintos programas de gasto, como a la eficacia y eficiencia en la utilización de los re- cursos presupuestarios establecidos para ello. Conside- rando que e valuar es establecer un juicio de valor sobre una política, programa o servicio público, la evaluación puede ser un aspecto central del proceso de políticas, programas y servicios. Podremos decir que es un aspec- to crucial por razones utilitarias, ya que proporciona a los que toman decisiones algún tipo de valoración acer- ca de hasta qué punto los programas que han diseñado y llevado a cabo han alcanzado o están alcanzando los ob- jetivos deseados, contribuyendo a mejorarlos, ayudan- do a decidir si es conveniente continuarlos, revisarlos o crear otros nuevos que posibiliten la consecución de los resultados deseados. Nadie es nada si no se le dice qué debe buscar; esta reflexión no es otra que lo que se desprende del análisis del Big data que, con su gran base de datos, tiende a per- der fuerza en beneficio de técnicas cualitativas en detri- mento de las cuantitativas en el área de la evaluación. En la actualidad, el sector público se encuentra so- metido a una fuerte presión social para aumentar su eficiencia y la calidad de sus productos y servicios, y esta situación refuerza la necesidad y la utilidad de las evaluaciones. La evaluación no es un control de legalidad, ni una au- ditoria, ni una investigación ni un seguimiento aun cuan- do esté relacionada con estas técnicas y pueda integrarlas. La progresiva presión social en los modernos Esta- dos democráticos hace que los responsables públicos vayan tomando conciencia de la necesidad de analizar la actividad de la Administración Pública: los progra- mas puestos en marcha, los procedimientos, los medios utilizados y los resultados obtenidos. Con el presente artículo se pretende analizar la exis- tencia de una nueva técnica para cotejar resultados y ampliar el horizonte del control combinando el reto im- puesto por los análisis del siglo XXI de establecer mo- delos mixtos de evaluación (cuantitativos y cualitativos) con el objetivo fundamental de entender “qué efectos”, el “porqué” y el “cómo”, lo que viene denominándose in- novation journey . II. LA EVALUACIÓN, UNA TÉCNICA LATENTE DESDE LA DÉCADA DE LOS SESENTA Desde Administraciones como la de los Estados Unidos (EE.UU .), pionera en la evaluación de políticas, programas, presupuestos y servicios federales, hasta las más próximas de nuestro entorno como las del Reino Unido, Francia o Suecia, se han desarrollado diversas experiencias que constituyen un referente dominante para la Unión Europea quien también viene incidien- do en la relevancia de la evaluación de sus políticas y la necesidad de su desarrollo por parte de sus países miembros. Estos procesos han estado muy ligados al impulso generado en la década de 1990 por las institu- ciones comunitarias, que introdujeron la obligatoriedad reglamentaria de evaluar las ayudas proporcionadas por 88 Junio nº 73 - 2019 AUDITORÍA Y GESTIÓN DE LOS FONDOS PÚBLICOS
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