Auditoría Pública nº 75. Revista de los órganos autonómicos de control externo
y las tensiones musculares que producen con- tracturas y lesiones en tendones y ligamentos), problemas digestivos y manifestaciones gene- rales transitorias como elevación de la presión arterial, taquicardia, sudoración en las palmas de las manos, palpitaciones cardíacas, mareos, migrañas, manos o pies fríos, dificultad respi- ratoria y dolor torácico. • Estrés agudo episódico. Existen individuos que padecen de estrés agudo con frecuen- cia, cuyas vidas están tan desordenadas que siempre parecen estar inmersas en la crisis y el caos. Van siempre corriendo, pero siempre llegan tarde. Si algo puede ir mal, va mal. No parecen ser capaces de organizar sus vidas y hacer frente a las demandas y las presiones que ellos mismos se imponen y que reclaman toda su atención. Parecen estar permanentemente en la cresta del estrés agudo. Los síntomas del estrés agudo episódico son similares pero más amplios y variados: dolor de cabeza tensional persistente, migrañas, hipertensión, dolor to- rácico y cardiopatía. • Estrés crónico. Mientras que el estrés agudo es estimulante y excitante, el estrés crónico no. Es un estrés creciente que aparece día tras día, año tras año. El estrés crónico destruye el cuerpo, la mente y la vida. El estrés crónico mata por medio del suicidio, la violencia, el infarto de miocardio, el ictus cerebrovascular y quizá, incluso el cáncer. En algunos momentos el estrés puede generar ma- yores niveles de rendimiento, en función del grado de estrés que se sufra. Por lo que se debe buscar el equilibrio adecuado para que no afecte al organismo de forma demasiado negativa e impida que podamos realizar el trabajo con normalidad. Mientras que el es- trés agudo, en ocasiones puede ser estimulante para la realización del trabajo, no ocurre con el estrés crónico, que es el que se da cuando proviene de una situación prolongada, el cual tiene muchos efectos negativos continuados. La relación entre el estrés y el rendimiento según la Ley de Yerkes-Dodson 10 , indica que el aburrimiento y la desvinculación activan una cantidad excesivamente pequeña de las hormonas del estrés segregadas por el eje hipotalámico- hipofisario-suprarrenal, con lo que el rendimiento se resiente. Cuando nos sentimos más motivados y vinculados, el “estrés bueno” nos sitúa en la zona óptima, donde funcionamos en plenitud de con- diciones. Si los problemas resultan excesivos y nos des- bordan, entramos en la zona de agotamiento donde los niveles de hormonas del estrés son demasiado elevados y entorpecen el rendimiento. Como influye el estres en el cerebro del auditor 17 Auditoría Pública nº 75 (2020), pp. 15 - 26 Fuente: Goleman, D. en El cerebro y la inteligencia emocional, 2011, p.88 10 Citada por Goleman, D. en El cerebro y la inteligencia emocional, 2011, pp.87-90. Alto Alto Bajo Bajo Las hormonas del estrés y el rendimiento Rendimiento Hormonas del estrés Estrés Aburrimiento Las consecuencias del estrés sobre el rendimiento
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