Auditoría Pública nº 76. Revista de los órganos autonómicos de control externo
sion-making process” y su trabajo intenta valorar las li- mitaciones en la capacidad de la gente para tomar deci- siones con una información incompleta y, en ocasiones, abrumadora. En el año 2002, Daniel Kahneman recibe igualmente el Nobel por haber integrado las investigaciones en psi- cología con la economía, y vincular esto con el análisis de los juicios personales y la toma de decisión en condi- ciones inciertas. Otros notables autores, Akerlof & Shiller (el prime- ro, Nobel de Economía en 2001 y el segundo en 2013), en “Animal Spirits: How Human Psychology Drives the Economy, and Why It Matters for Global Capita- lism” (2009) argumentan que la economía no es solo orientada por motivos netamente racionales, sino que igualmente intervienen motivaciones no económicas e irracionales. El 2016 Oliver Hart y Bengt Holmström fueron pre- miados con el premio Nobel. Sus hallazgos se basaban en que los contratos tienen un papel fundamental en la sociedad y en la economía y, si su diseño es el adecuado, pueden proteger frente a la incertidumbre y contribuir a la cooperación. Richard H. Thaler recibe también su premio Nobel (2017) “por su trabajo pionero en establecer que la gente es previsiblemente irracional y que se comporta consis- tentemente desafiando la teoría económica” de acuerdo con el comité que otorga esta distinción. Finalmente, en 2019 los economistas Abhijit Baner- jee, Esther Duflo y Michael Kremer recibieron el Nobel por su aproximación experimental en la lucha contra la pobreza. LA ARQUITECTURA DE LA DECISIÓN Como base para explicar los elementos esenciales de la arquitectura de la decisión expondré el mode- lo MINSPACE desarrollado por el Gobierno de Reino Unido. En él se describen nueve influencias que se con- sideran sólidas sobre el comportamiento y el cambio humanos de acuerdo con las últimas investigaciones en los campos de la psicología social y la economía del comportamiento 11 . Mensajero ( Messenger ) . Estamos muy influidos por quién comunica la información. De los experimentos de Milgram 12 se llega a la conclusión de que la imagen de autoridad, especialmente si es de carácter técnico o científico, tiene una gran capacidad de influencia en el comportamiento de los individuos y de las sociedades en su conjunto. Incentivos ( Incentives ). Nuestras respuestas a los in- centivos están modeladas por atajos mentales predeci- bles, como evitar fuertemente las pérdidas. En términos generales, las pérdidas nos causan el doble de impresión negativa comparada con la sensación positiva que nos producen esas mismas cantidades en ganancias. En len- guaje técnico se dice que las personas tienen aversión a las pérdidas 13 . En el ámbito de la seguridad vial, el recordatorio sis- temático de las multas (5 km/h de más cuestan 100€) es un ejemplo claro de su eficacia. También, por ejemplo, el ahorro de agua o electricidad en el caso de tarifas pro- gresivas. Normas Sociales ( Norms ). Estamos fuertemente in- fluidos por lo que hacen los demás. La gente aprende- mos de otras personas. Aprender de los demás es lo que hace que los individuos y las sociedades progresen. La influencia social es una de las formas más efectivas de cambiar el comportamiento de las personas. La influen- cia social viene a través de dos vías básicas. La primera es a través de la información: si mucha gente hace algo o piensa algo, sus acciones y sus pensamientos te traen la información acerca de qué es lo mejor que puedes hacer. La segunda forma es por presión social o de tus pares: si te importa lo que los demás piensan de ti, entonces debes seguir a la masa para evitar su juicio. Un ejemplo claro es el efecto foco, descrito por Tom Gilovich 14 . En el otro extremo, los efectos del anonimato en la conducta han sido estudiados de una forma directa por Philip Zimbardo 15 . Defaults ( Valores predeterminados ). Nos dejamos llevar por las opciones preestablecidas. Los psicólogos Israelitas Tversky and Daniel Kahneman 16 identificaron que las personas tenemos una tendencia general a man- tenernos en la situación en la que estamos en la actua- lidad. Este fenómeno apodado por William Samuelson y Richard Zeckhauser 17 como el “sesgo del status quo”, ha sido demostrado en múltiples situaciones, como por ejemplo, la mayoría de los profesores saben que los es- tudiantes tienden a sentarse en el mismo sitio que ini- 44 Noviembre nº 76 - 2020 AUDITORÍA Y GESTIÓN DE LOS FONDOS PÚBLICOS 11 https://www.instituteforgovernment.org.uk/publications/mindspace 12 Milgram, Stanley (1973): The perils of obedience . Harper’s. 13 Kahneman, Daniel; Jack L. Knetsch & Richard H. Thaler (1991): Anomalies: The Endowment Effect, Loss Aversion, and Status Quo Bias . The Journal of Economic Perspectives, 5(1), pp. 193-206, Winter 1991 14 Gilovich, Thomas; Victoria Husted Medvec & Kenneth Savitsky (2000): The Spotlight Effect in Social Judgment: An Egocentric Bias in Estimates of the Salience of One’s Own Actions and Appearance . Journal of Personality and Social Psychology, 2000, Vol. 78, No. 2, 211-222 15 Zimbardo, Philip (2008): El efecto Lucifer. El porqué de la maldad (Trad. Genis Sánchez Barberan). Barcelona: Paidós. 16 Tversky, Amos & Daniel Kahneman (1974): Judgment under Uncertainty: Heuristics and Biases. Science, New Series, Vol. 185, No. 4157. (Sep. 27, 1974). 17 Samuelson, W.& Zeckhauser, R. J. (1988): Status quo bias in decision making . Journal of Risk and Uncertainty, 1, 7-59
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