Auditoría Pública nº 77. Revista de los órganos autonómicos de control externo

REVISTA AUDITORÍA PÚBLICA / 77 96 En el estudio que se ha realizado, hemos calculado el FIE óptimo, que ha sido el obtenido a través de los datos del panel de expertos cuyos datos para cada una de las competencias emocionales se reflejan en la siguiente tabla: Datos según panel de expertos FIE ÓPTIMO Seguro de sí mismo 69,93% Confiable 73,12% Motivación 75,75% Empatía 74,40% Habilidades sociales 77,03% FIE MEDIO 74,05% Fuente: Elaboración propia Por otro lado, lo ideal sería calcular un FIE real que estaría basado en las competencias emocionales reales con las que cuentan los auditores. De esta manera, al igual que con las competencias emocionales habría que hacer un análisis comparativo del FIE óptimo versus FIE real. Para comparar tanto las competencias emocionales como el Factor de Inteligencia Emocional hemos desarrollado el concepto de pirámide competencial, que consiste en el proceso donde se establecen las distintas etapas que se deben implantar en una organización para lograr una gestión competencial óptima de los trabajadores. Se ha representado mediante una pirámide, donde se analizan las distintas fases con el objetivo de buscar la máxima eficiencia de un auditor combinando de forma adecuada las distintas competencias emocionales. Las etapas establecidas son las siguientes: Etapa 1. La organización debe fijar los niveles óptimos competenciales con los que debe contar un auditor para desarrollar las labores con la mayor eficiencia. Se debe calcular el FIE óptimo. Etapa 2. Cuando se valore a un auditor se debe medir el nivel real de competencias que tiene. Esto se puede realizar mediante una batería de test que sean diseñados, a ser posible, por psicólogos que sean expertos en las competencias emocionales de forma conjunta con auditores con experiencia en gestión emocional. Etapa 3. Se debe comparar el nivel óptimo que se haya establecido en la organización con el nivel real del auditor objeto de estudio. Se compara FIE óptimo versus FIE real. Etapa 4. Se deben potenciar las competencias emocionales en las que se obtengan niveles inferiores al valor óptimo. Este proceso se puede realizar bien, cuando se quiera contratar a un nuevo auditor, para seleccionar al más adecuado, o bien cuando se quiera formar a los auditores que ya pertenezcan a la organización.

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