Auditoría Pública nº 79. Revista de los órganos autonómicos de control externo

17 En el diálogo entre Carlos Artundo e Ignacio López-Goñi se insistió en la necesidad de aprender de lo vivido. “Una experiencia brutal”, en palabras de Artundo, que consideró necesario sacar lecciones que sirvan a las siguientes generaciones. Y es que ambos coincidieron en que esta pandemia, cuyo referente más próximo era la gripe de 1918, tarde o temprano se repetirá. “Los científicos – señaló Ignacio López-Goñi- sabíamos que habría una pandemia, pero esperábamos una de gripe. También estábamos hablando del problema de la resistencia a los antibióticos como la pandemia del siglo XXI. Obviamente, no se acertó, al menos de momento. Se adelantó de forma silenciosa y explosiva la Covid-19, pero el problema de la resistencia sigue ahí y todavía nos queda mucho siglo por delante”. Carlos Artundo destacó que una lección evidente de esta crisis nos debería hacer más humildes, “porque está claro que sabemos poco” y, al mismo tiempo, a practicar la empatía. “La salida de la pandemia tiene que ser a través de la empatía, también con los profesionales de la sanidad que han hecho frente como han podido a esta grave crisis”. Coincidió con López- Goñi en que no será la última pandemia. “Hay que estar preparados para la siguiente. Porque vivimos en un mundo interconectado, globalizado, con destrucción de ecosistemas, ganadería intensiva…un mundo no sostenible que favorece este tipo de pandemias globales”. Ambos expertos coincidieron en que una de las lecciones de la pandemia es la necesidad de reforzar el sistema sanitario. “Invertir en salud es estratégico –señaló Carlos Artundo- En la pandemia hemos comprobado que, cuando vienen mal dadas, vemos la necesidad de contar con un sistema sanitario sólido. Hay que reforzar nuestro sistema sanitario público, especialmente en atención primaria, salud pública e investigación en salud. En atención primaria tenemos problemas estructurales, con falta de profesionales, porque no se ha planificado bien. Yo diría que los servicios de salud pública se han quedado obsoletos, responden a una realidad pasada. Tenemos datos, pero no inteligencia para enfrentarnos a este tipo de situaciones. Sería necesario un acuerdo básico que refuerce el sistema de salud y, asimismo, un marco legal que regule bien la limitación de libertades y lo haga solo en casos extremos, evitando tentaciones autoritarias”. Invertir en ciencia A la necesidad de reforzar la inversión en salud, Ignacio López-Goñi añadió la ciencia. “Aunque la situación de Navarra y el País Vasco es diferente, –señaló- en España hay un nivel de inversión en ciencia muy bajo. Se necesita una apuesta decidida por la ciencia. Hay que gastar al menos lo mismo que en defensa porque el enemigo es mucho más peligroso 1 . Y al respecto, quisiera reivindicar la utilidad de la ciencia inútil , por decirlo en palabras del físico Pedro Miguel Etxenike. Si hace poco nos plantean invertir nuestro dinero en estudiar los virus de los murciélagos o en tratamientos del cáncer, todos hubiéramos optado por esa segunda opción. Afortunadamente, hay gente que se dedica a esas cuestiones aparentemente sin utilidad que acaban provocando una pandemia”. Ignacio López-Goñi se refirió también a la falta de visión global ante problemas como este que afectan a todo el mundo. “Somos muy débiles y necesitamos una visión más global. Hay que tener en cuenta, además, que de todas las pandemias salimos más pobres y con más diferencias sociales. Estamos, por tanto, ante una situación que hubiera exigido mayor liderazgo, más colaboración y pactos de Estado en los ámbitos sanitario y económico. En dos años de pandemia España ha podido tener unas 120.000 víctimas, se han limitado libertades básicas y la economía se ha resentido notablemente. Había, por tanto, razones económicas, sanitarias y de libertad para un pacto amplio”. 1. No parece que el futuro vaya por ahí. De hecho, nada más producirse la invasión de Ucrania todos los gobiernos occidentales manifestaron la necesidad de aumentar considerablemente la inversión en armas. Si se cumpliera el deseo de López-Goñi, por tanto, habría un impresionante aumento de la inversión en ciencia que hoy por hoy se antoja más una utopía que otra cosa. JORNADAS IMPACTO SOCIO-ECONÓMICO DE LA PANDEMIA

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