Auditoría Pública nº 80. Revista de los órganos autonómicos de control extreno

15 ¡ Una de las principales quejas de las Administraciones Públicas de control a la hora de externalizar las auditorías o fiscalizaciones es que el personal de estas empresas tiene poca formación en el ámbito presupuestario y de control de legalidad. ¿Podría ser el ámbito de la formación, de forma bidireccional, otro de esos ámbitos de colaboración? Totalmente de acuerdo. De hecho, es un punto que he comentado antes como vía de colaboración. Desde la Agrupación de Baleares del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, hemos pensado que es clave este punto y en este sentido existe el Convenio de Colaboración en Formación que pretende cubrir este aspecto. Pero debemos ser más ambiciosos y exigir más a ese Convenio. ¡ Uno de los principales problemas de los OCEX no es la falta de recursos económicos, sino el hecho de que resulta complicado incluso cubrir las plazas para las que ya se dispone de recursos. Esta carencia de personal cualificado ¿es también un problema para las firmas de auditoría privada en unas Islas Baleares con las menores tasas de graduados universitarios? Totalmente de acuerdo. Uno de los retos de la profesión auditora actuales es no solo retener el talento, sino buscarlo. Esta profesión, la de auditor, es una profesión exigente, pero te garantiza una carrera profesional. Soy profesor de la Universidad de las Illes Balears y de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y a mis alumnos siempre les digo que la profesión de auditor se caracteriza porque la tasa de paro es cero. No tenemos auditores desocupados, esto es un valor incuestionable. Si quieres hacer carrera, en la auditoría puedes. Si no quieres hacer carrera en la auditoría, es igual, entra a trabajar en una firma, cuatro o cinco años, y el valor de mercado — disculpen el tono mercantil-contable— como persona y como profesional se multiplicará exponencialmente. Una empresa privada que quiere contratar a un director financiero, o de administración, o a un contable, valora muchísimo más a un candidato, y le paga más, si ha estado cuatro o cinco años en una firma de auditoría que si no lo ha estado. ¿Por qué? Porque al conocimiento técnico y a la experiencia —contable-financiera— que le ha aportado la auditoría se le añaden capacidades derivadas de las habilidades directivas más allá de lo técnico, como son gestión del tiempo, organización y gestión de equipos, habilidades negociadoras, gestión de conflictos, inteligencia emocional, psicología…

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