Auditoría Pública nº 81. Revista de los órganos autonómicos de control externo
REVISTA AUDITORÍA PÚBLICA / 81 108 y recuperación de la información, etc., pero que no tuvieran la autonomía mental y/ o física suficiente como para representar una amenaza desde el punto de vista evolutivo para los seres humanos”. ¡ La sociedad puede establecer, ya se habla de ello, el pago de impuestos y cotizaciones sociales por los robots, que permita a las personas disponer de un tiempo libre remunerado o incluso de algún tipo de renta básica. La historia demuestra que la humanidad ha sobrevivido ya a tres revoluciones industriales, que han transformado la civilización pero que se han superado. Tras la primera revolución industrial, en el siglo XVII, con la máquina de vapor y el desarrollo de las comunicaciones (ferrocarril, carreteras y canales) se produjo, en el siglo XX, la segunda revolución, en la que surgieron nuevos recursos energéticos y avances como el automóvil, el avión y el teléfono, que supusieron un notable avance en la economía del bienestar. Todavía estamos inmersos en la tercera revolución, en la era de internet, cuando las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial anuncian la cuarta revolución industrial. El argumento de muchos autores es que, si se ha progresado en las tres ocasiones anteriores ¿por qué no se va a conseguir lo mismo en la llamada revolución 4.0? Es posible que una de las claves de la respuesta a esta pregunta esté en que las peculiaridades de la persona, como ser emocional, frente al trabajador- máquina, pueden contribuir a que la convergencia de estas fuerzas, la inteligencia artificial y la inteligencia emocional, conjuntamente, definan el modelo orga- nizativo del futuro. 2. Riesgos emocionales en el control interno En el nuevo escenario de riesgos emergentes que se ha descrito, este artículo se centrará en el riesgo emocional de la organización 3 , tanto en el aspecto individual, que se refiere a las competencias emocionales, como en el aspecto organizacional, que se refiere a los riesgos de salud emocional y riesgos socioemocionales. El riesgo emocional individual es el que se produce ante la carencia de competencias emocionales del individuo y afecta negativamente al cumplimiento de los objetivos de la entidad, desde la perspectiva de la gestión emocional. Entre los riesgos emocionales individuales podemos incluir los que representan la antítesis de las competencias emocionales personales (conciencia de uno mismo, autorregulación y motivación) y sociales (empatía y habilidades sociales), de acuerdo con el modelo de inteligencia emocional de GOLEMAN 4 . Se concibe el riesgo emocional organizacional como el derivado de algún tipo de debilidad en la gestión emocional de la organización y que es susceptible de ser evaluado en función de las consecuencias, conductas y comportamientos vinculados a los aspectos de la inteligencia emocional de los grupos de interés. Se puede decir que los riesgos emocionales organizacionales son aquellos que, aunque pueden verse afectados por las competencias emocionales de los individuos, surgen fundamentalmente por el tipo de gestión y dirección que tiene la organización, que influye en la percepción de las personas relacionadas con la entidad. 3. BARRIOTATO, L. Y BARRIO CARVAJAL, S. (2020): “Auditoría emocional de la organización. Gestión y control de riesgos”. Pg. 53. Ediciones pirámide, 2020. 4. GOLEMAN D. (1999): “La práctica de la inteligencia emocional”. P. 50-51. Editorial Kairós
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