Auditoría Pública nº 81. Revista de los órganos autonómicos de control externo

REVISTA AUDITORÍA PÚBLICA / 81 112 El riesgo de incomunicación se refiere a la acción y efecto de incomunicar o incomunicarse (RAE) que implica aislar o aislarse, privar de comunicación a alguien o algo y también negarse al trato con otras personas, por temor, melancolía u otra causa. Si la información es poder, la incomunicación es incompetencia, ineptitud e ineficacia. No es posible no comunicar, es el aserto conocido en el ámbito de la información que sirve de título a la obra de WATZLAWICK 10 , que afirma que “no hay nada que sea lo contrario de conducta. En otras palabras, no hay no-conducta o, para expresarlo de modo aún más simple: es imposible no comportarse. Ahora bien, si se acepta que toda conducta en una situación e interacción tiene un valor de mensaje, es decir, es comunicación, se deduce que por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicar”. La comunicación como relación social 11 está inextricablemente unida a la vida de las personas, organizaciones y sociedades. La comunicación no es una relación unilateral, parcial o privada, supone e implica un compromiso que va más allá de interacción entre sujetos, para articular circunstancias, culturas y sociedades, es la interrelación de subjetividades, historias y contextos. La falta de una adecuada comunicación puede provocar efectos negativos para la empresa que, en muchos casos son, los mismos que provoca el miedo, ya que ambos riesgos tienen en común que sitúan a la persona en un entorno de incertidumbre. En cuanto a la reputación, según la RAE, se refiere a la opinión o consideración en que se tiene a alguien y también al prestigio o estima en que es tenido alguien. La definición está vinculada al desempeño, al cumplimiento y al com- portamiento; la reputación corporativa está íntimamente ligada al comportamiento sistémico de la organización y es consecuencia de él. El riesgo reputacional 12 se puede definir como la posibilidad de pérdida en que incurre una compañía por desprestigio, mala imagen, publicidad negativa, cierta o no, respecto de la institución y sus prácticas de negocios, que sea causa de pérdida de clientes, disminución de ingresos o procesos judiciales. Por tanto, este riesgo puede surgir ante cualquier tipo de amenaza o peligro que pueda dañar la buena imagen de la organización y afectar negativamente al cumplimiento de los objetivos de la entidad. 10. Watzlawick, P. (2014): “No es posible no comunicar”. Pp. 15-16Herder Editorial. Barcelona. 11. Alcázar, J. H. (2010) La incomunicación social en la globalización de las técnicas comunicativas. Revista de Ciencias Económicas, 2010, vol. 28, no 2. 12. Hemelberg, L., y Castro, R. (2015). El Riesgo Reputacional y los últimos escándalos corporativos. Rics Management. Pp. 1-9.

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