Auditoría Pública nº 81. Revista de los órganos autonómicos de control externo
128 REVISTA AUDITORÍA PÚBLICA / 81 ¡ Paso 2. Identificar el nivel de impacto que tendría la materialización de cada uno de los riesgos en la gradación planteada. En este sentido, la herramienta de evaluación del riesgo disponible en la Guía de integridad de la ACM incluye una propuesta de nivel de impacto para cada riesgo, que en cualquier caso debe ser revisado y validado en el momento de la autoevaluación. ¡ Paso 3. Definir el nivel de probabilidad de que se materialice cada riesgo según la frecuencia y factibilidad de ocurrencia. Incluir las medidas mitigadoras vigentes contribuye a una definición más detallada de los niveles probabilidad. La herramienta de autoevaluación de riesgos incluida en la Guía de integridad permite valorar el nivel de riesgo y la prioridad de intervención según las escalas anteriormente indicadas. ¡ P aso 4. Respuesta a los riesgos. En base a la valoración realizada, se pueden plantear las acciones a implantar, la unidad responsable y los plazos de aplicación de las mismas, así como la periodicidad de su seguimiento. El trabajo de análisis de riesgos en la organización: equipo de análisis Para realizar el análisis de evaluación de riesgos en la organización se han configurado cuatro grupos de trabajo técnicos para realizar el análisis de riesgos de cada una de las áreas establecidas. Los cuatro ámbitos analizados han sido: Contratación, Subvenciones, Gestión económica y presupuestaria y Recursos humanos, dado que en nuestro caso no se ejercen competencias en materia urbanística. En su composición, se han considerado los perfiles técnicos de los servicios centrales y áreas gestoras con un buen nivel de conocimiento de los procesos internos, funcionamiento y gestión del ámbito y con experiencia y capacidad de análisis respecto a las actividades y riegos del ámbito tratado, que han contado con la colaboración técnica de la consultora externa Daleph. Además de los perfiles técnicos indicados, es conveniente que exista una figura técnica transversal que asuma el rol de referente del análisis de riesgos y desarrolle tanto funciones de dinamización de las sesiones, como otras operativas (convocatoria de las reuniones, preparación y retorno de la documentación, etc.). En nuestro caso, esta figura pertenece al ámbito de trasparencia e integridad pública. Igualmente, el órgano interventor participa en calidad de asesor técnico en todos los grupos evaluadores de riesgos Por ejemplo, en el ámbito de contratación, ha formado parte del grupo de trabajo la persona responsable de contratación de la entidad local, perfiles técnicos involucrados en los procesos de contratación de áreas finalistas, como medio ambiente y red viaria, la figura técnica de integridad y el órgano interventor. Esta configuración debe permitir la obtención de una visión completa de la situación de cada ámbito, donde se puedan tratar y consensuar los niveles de impacto y probabilidad, y tratar de proponer el establecimiento de medidas correc- toras, sus responsables y plazos. En este sentido, es impor- tante que la evaluación que se lleve a cabo y las medidas que se planteen estén consensuadas entre los miembros del grupo. Es recomendable que se realice una formación inicial al respecto de la ética y la integridad pública y la metodología de análisis de riesgos a los miembros de los equipos de trabajo. La articulación de las medidas y el Plan de acción Una vez realizado el análisis de riesgos, se ha obtenido el listado completo de nivel de riesgos y medidas a implantar. En base a estas medidas, es necesario configurar un Plan de Acción que articule su puesta en marcha. El Plan puede incluir
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