Auditoría Pública nº 82. Revista de los órganos autonómicos de control externo

139 El controvertido principio de colaboración en las relaciones administrativas Sin entrar en la vieja polémica sobre si el que conoce los nombres conoce también las cosas, podríamos afirmar que los principios jurídicos, nombrados (positivizados) por el ordenamiento, se podrían equiparar a la causa formal de Aristóteles. Es decir, aquella que determina la forma de las cosas. Así, las normas jurídicas y sus características “accidentales” vendrían inspiradas por unos principios esenciales (eidos) y, recíprocamente, las normas jurídicas derivadas deberían confirmar los principios en los que se basan para formar esa unidad de la que hablan los juristas. En palabras de Churchill, damos formas a los edificios y, por tanto, ellos nos dan forma a nosotros. Bien es cierto que, con el tiempo, ciertos principios pueden ir acumulando capas de significado que vayan debilitando su impulso inicial 1 o que incluso se lleguen a inhibir como consecuencia de la aplicación de excepciones u otros principios antagónicos. En todo caso, si fuese el caso, consideramos que cualquier excepción debería aplicarse con prudencia para no caer en un relativismo que desvirtúe los principios, las normas y las excepciones. 4. Análisis comparativo del principio de colaboración. Dos casos breves Por último, analizamos dos casos contrapuestos para tratar de ilustrar como la confianza o su ausencia pueden impulsar o inhibir un objetivo compartido. 4.1 Desarrollo económico de la Gran Área de la Bahía de Guandong-Hong Kong-Macao Desde de la devolución de Hong Kong y Macao a China hace ya más de 20 años, estas ciudades junto con la región continental de Guandong han experimentado cambios económicos muy importantes gracias a la progresiva integración comercial y económica de toda la región. En 2003 el secretario del comité provincial del partido comunista en Guandong propuso un acuerdo de cooperación regional para promover el desarrollo económico en la región 1. Con los factores supraindividuales determinando el curso de una vida individual fuera de la vista y del pensamiento, es difícil descubrir el valor añadido de “hacer causa común” y de “trabajar hombro con hombro”, y el impulso a participar en la manera en que está condicionada la condición humana es débil o inexistente. (La sociedad individualizada. Zygmunt Bauman)