Auditoría Pública nº 82. Revista de los órganos autonómicos de control externo
28 REVISTA AUDITORÍA PÚBLICA / 82 1. Introducción Tal y como establece la ISSAI-ES 100, la fiscalización del sector público puede describirse como un proceso sistemático en el que de manera objetiva se obtiene y evalúa la evidencia, para determinar si la información o la actividad realizada están de acuerdo con los criterios establecidos. La fiscalización del sector público es esencial, ya que proporciona a los órganos legislativos y de supervisión, a los responsables de la gestión pública y al público en general, información y evaluaciones independientes y objetivas relativas a la administración y el rendimiento de las políticas, programas u operaciones ejecutadas por las entidades públicas. En este marco, las ICEX pueden realizar fundamentalmente tres tipos de fiscalizaciones, financieras, de cumplimiento u operativas, o combinaciones entre ellas. Las auditorias operativas han ido ganando importancia en los últimos años. Se centran en determinar si las actuaciones, programas e instituciones se gestionan de conformidad con los principios de economía, eficiencia y eficacia, y si existen áreas de mejora. La gestión se examina por comparación con los criterios adecuados; por ende, conlleva el análisis de las causas de las desviaciones de estos criterios u otros problemas. Su objetivo es responder a preguntas clave de fiscalización y proporcionar recomendaciones de mejora (ISSAI-ES 100). Con estas fiscalizaciones se avanza aún más si cabe en el mandato encomendado a los ICEX de mejorar la gestión de los fondos públicos. Y no sólo es el gestor el interesado en encontrar estas áreas de mejora en su gestión. El ciudadano quiere conocer si los administradores públicos cumplen con los objetivos de sus políticas (Eficacia), que los objetivos fijados se alcanzan minimizando el coste de los recursos utilizados (Economía) y que se consigue la mejor relación posible entre los resultados obtenidos y los recursos empleaos (Eficiencia). Según Yetano (2014), los ciudadanos necesitan saber que el gobierno gasta sus impuestos de manera inteligente y eficiente. La auditoría operativa fue promovida para brindar seguridad sobre la economía, la eficiencia y la eficacia de los logros del sector público. Así, en la situación actual, la auditoría operativa puede desempeñar un papel destacado. Sin embargo, la realización de estas auditorias no está exenta de dificultades. En ocasiones, la deficiente y/o insuficiente planificación y diseño de las distintas políticas, programas, indicadores y la falta de un escenario financiero bien definido en el que enmarcar las mismas, dificultan la respuesta a los objetivos de auditoría: concluir sobre la eficacia, eficiencia y economía. 2. Concepto de auditoria operativa Según la GPF-OCEX 3000, la auditoria operativa es una revision independiente, objetiva y fiable acerca de si las acciones, proyectos, sistemas, operaciones, programas, actividades u organizaciones de la entidad fiscalizada, operan de conformidad con los principios de economia, eficiencia y/o eficacia, y si existe margen de mejora. Y tiene por objetivo, entre otros, contribuir a mejorar la economia, eficiencia y eficacia del sector público. La auditoría operativa tiene una serie de contribuciones positivas que promueven la buena gestión de las adminis- traciones públicas. Según el Manual del IDI (Iniciativa de desarrollo de la INTOSAI) la auditoría operativa aporta una serie de valores que se muestran en la siguiente figura:
RkJQdWJsaXNoZXIy MTEw