Page 19 - Auditoría Pública Nº 85
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ENTREVISTA. Joaquín Izquierdo Peris y Raquel González Virgidano
dad clara. Si los OCEX somos capaces de hacer solo así ganamos legitimidad y credibilidad. Es
nuestro trabajo con independencia, con rigor y un gesto de responsabilidad institucional, no de
además comunicar bien lo que hacemos, pode- debilidad.
mos ser una pieza clave. Porque estamos fiscali-
zando cómo se usan los recursos públicos, y eso J. Yo, sinceramente, no anticipaba esa lectura
importa. Pero también tenemos que hablar en por parte de algunos colegas y consejeros. ¿Por
un lenguaje más claro y demostrar que servimos qué deberíamos sentirnos incómodos al evaluar
para algo. Si la ciudadanía nos percibe útiles, eso nuestro propio trabajo? No tenemos nada que
ayuda a recuperar confianza. Además, cuando ocultar. Nuestro trabajo es un servicio público
un órgano fiscalizador demuestra que también financiado por los ciudadanos, quienes tienen
es autocrítico y está dispuesto a evaluarse a sí derecho a conocer cómo desempeñamos nues-
mismo, como proponemos en este artículo, está tra función y también el derecho a exigir la ex-
reforzando su legitimidad ante la ciudadanía. celencia en todos los servicios sufragados con
sus impuestos: educación, sanidad, servicios
J. Los OCEX gozan, en general, de un merecido sociales, seguridad... y, por supuesto, control ex-
prestigio. La ciudadanía, cuando tiene conoci- terno. Nuestra propuesta, por supuesto, es de-
miento de los informes publicados, percibe que batible —especialmente en lo relativo a las mé-
detrás de ellos hay equipos altamente cualifica- tricas—, pero lo preocupante sería negarse a ser
dos. Sin embargo, la creciente politización de las evaluados por temor a exponer limitaciones. En
instituciones estatutarias puede erosionar esa mi opinión, solo mediante la medición rigurosa y
percepción. La falta de renovación o los proce- transparente de nuestro desempeño podremos
sos de reelección prolongados de consejeros y mejorar. Y solo siendo transparentes lograremos
síndicos en algunos OCEX pueden transmitir la trasladar a la ciudadanía el verdadero valor aña-
idea de que no es tan relevante cumplir con los dido que aportamos. No tiramos piedras sobre
procedimientos legales de designación, lo que nuestro tejado: aspiramos a consolidarlo y refor-
podría comprometer la imagen de independen- zarlo, buscando siempre la excelencia.
cia. Además, el espacio que ocupan nuestros
informes en la agenda mediática suele ser limi-
tado y, en muchos casos, su impacto efectivo
sobre la gestión de las entidades fiscalizadas
resulta escaso. La naturaleza no vinculante de
nuestras recomendaciones dificulta que la ciuda-
danía perciba una relación directa entre nuestras
actuaciones y las mejoras en la gestión pública.
Los OCEX debemos apostar por una mayor visi-
bilidad, transparencia y seguimiento de nuestras
recomendaciones, para demostrar que nuestro
trabajo contribuye a mejorar la administración pú-
blica.
¡ AP. El artículo busca, como vosotros mismos
indicáis, aplicar vuestra “propia medicina” a la
función fiscalizadora de control externo de la
que formáis parte. ¿Esto no puede interpretarse
como tirar piedras en vuestro tejado?
R. Sabemos que puede parecerlo, pero para no-
sotros es una cuestión de coherencia. Si pedi-
mos a otras instituciones que rindan cuentas y
se evalúen, nosotros no podemos ser una ex-
cepción. Evaluarnos no es tirarnos piedras, es
mostrarnos como una institución madura, que se
toma en serio su propia mejora. No lo hacemos
por autocrítica vacía, sino porque creemos que
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