Page 12 - Revista de Auditoría Pública
P. 12

REVISTA AUDITORÍA PÚBLICA / 84






         ¡ AP.      El personal de Enfermería ha aumentado
            sus competencias en Atención Primaria, aunque
            eso también genera dudas entre la ciudadanía.
            Ya sabes: “¡A mí que me vea la médica!” .


            LG.  Es una reacción de nuevos ricos. Las enfer-
            meras son licenciadas que hasta hace poco no
            podían recetar Paracetamol, mientras la médica
            sigue haciendo funciones administrativas porque
            la normativa es muy rígida. El rol del personal de
            Enfermería en otros países es mayor, encargán-
            dose  de  la  atención  inicial.  Aquí,  sin  embargo,
            parece que si no te ve el médico no te ve nadie.
            A una persona recién operada del corazón, por la
            noche le controla la enfermera, con criterio su-
            ficiente para saber si necesita llamar al médico
            ante un problema. Y, sin embargo, no nos fiamos
            de que sea capaz de atender a un paciente con
            catarro.


         ¡ AP.  ¿Consideras necesario mejorar las condicio-
            nes laborales de los profesionales?

            LG.  Soy crítico con la gestión del personal. La
            Administración tiene dos inconvenientes res-
            pecto a la gestión de personal: no incentiva ni
            penaliza. Y solo se negocia, de manera reactiva,
            cuando hay un problema. Pocas veces vemos
            discusiones sobre cómo mejorar la gestión. Me
            parece bien que se mejoren las condiciones la-
            borales de los profesionales, pero a cambio de
            mejoras en el funcionamiento del sistema.


         ¡ AP.  Los y las profesionales sanitarios forman un
            colectivo muy cualificado, cuya implicación en la
            gestión es clave.
            LG. Claro, porque los gestores sanitarios tienen
            pocas atribuciones.  Tienen la responsabilidad
            pero no la atribución, sobre todo en materia de
            personal. La sanidad es una empresa de perso-
            nas de altísima cualificación que hay que implicar
            en el proceso.  Además, los facultativos tienen
            libertad de prescripción, es decir, de generar
            gasto. Así que tenemos un presupuesto, el que
            ha aprobado el Parlamento, y la capacidad de los
            facultativos de generar gasto libremente. Al ges-
            tor le queda intentar cuadrar gastos e ingresos.
            Por eso parece que se gestiona fatal, aunque la
            realidad es que el gestor tiene poca influencia
            ante esa situación.







          12
   7   8   9   10   11   12   13   14   15   16   17