Page 37 - Revista Auditoria Pública nº 83
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Auditoría pública y nuevas tecnologías de la información: una revisión sistemática de la literatura. Segunda parte (teconologías emergentes)
(¿Qué limitaciones son detectadas por los investigado-
res en las nuevas tecnologías de la información en el ám-
bito de la auditoría pública?), centraremos nuestra aten-
ción en aquellas tecnologías emergentes más analizadas
por los académicos hasta la fecha del estudio: Big Data,
Inteligencia Artíficial, Cloud y Blockchain.
4.1. Big Data.
El Big Data, también conocido como macrodatos o datos
masivos, es el término utilizado para referirse a grandes
conjuntos de datos, procedentes de sensores, dispositivos
o archivos de registro, que tienen la capacidad de procesa-
miento rápido. Estos conjuntos de datos son tan volumino-
sos que el software de procesamiento de datos convencio-
nal sencillamente no puede gestionarlos (De Alcázar, 2018).
¡ Beneficios.
La tecnología Big Data es capaz de crear una estructu-
ra de información eficiente, eficaz, transparente (Ilgun,
2020), fiable, segura y rápida (Sung y Park, 2021) gracias
a los datos. Con la llegada de la transformación digital, la
mayoría de los datos con los que se cuenta están digita-
lizados y el tratamiento con Big Data facilita la toma de
decisiones (Agostino et al. 2022). De hecho, gracias a los
beneficios que aporta esta tecnología, las instituciones
del sector público muestran cada vez más interés en su
implementación para mejorar los procesos de toma de
decisión, a sabiendas que la eficiencia vendrá a largo pla-
zo (Di Vaio et al. 2021).
Disponer de una mayor cantidad y calidad de datos dota
de fiabilidad al sistema sobre el que se va a basar el audi-
tor para emitir su opinión, ya que permite un proceso de
fiscalización sin limitaciones al alcance, gracias a la inte-
gración del sistema con los datos de otras instituciones
(Ilgun, 2020). Esto permite aumentar significativamente la
capacidad de los auditores al contar con más evidencia y
una mejor gestión de los sistemas (Bray et al. 2020).
Según los estudios de Scharaschkin y McBride (2016), rea-
lizados sobre instituciones del sector público británico, la
emisión de juicios sobre la eficiencia del gasto público se
viene basando hasta el momento en rigurosas comproba-
ciones y comentarios donde los auditores se apoyan en
métodos analíticos, simulaciones y mapeo de procesos, y
no mediante la tecnología Big Data, pese a su gran poten-
cial en lo que a formulación de patrones de medición tanto
de la eficiencia como de la eficacia se refiere.
En relación con el uso de la tecnología Big Data como
herramienta de control interno, conviene tener en cuen-
ta que, en cada caso, dependerá tanto del tamaño de la
institución en sí, como de la tipología de operaciones que
esta lleve a cabo y los objetivos perseguidos (Shaban,
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