Page 108 - Revista Auditoria Pública nº 83

REVISTA AUDITORÍA PÚBLICA / 83

1982: un dragón que da mucho miedo. A pesar de su valor histórico, la elección no fue muy
acertada. Está bien reivindicar la historia de la Cámara
En estas cuatro décadas desde su restauración, la Cá- de Comptos, aunque con una imagen así nos queda-
mara de Comptos ha tenido dos identidades visuales. mos en el pasado. Además, el dragón de la imagen
La primera es de 1982. Es una imagen extraída de los da bastante miedo. Teniendo en cuenta que las ad-
Registros de Comptos que se encuentran en el Archi- ministraciones navarras no estaban acostumbradas
vo General de Navarra. Se trata de una colección de al control, quizá hubiera sido mejor apostar por una
libros desde el siglo XIII hasta la desaparición de la marca más amable. No era una carta de presentación
institución en el siglo XIX. Contienen una riqueza sim- que destacara el carácter positivo del control, sino más
bólica dado que nos introducen en un mundo de seres bien una amenaza en toda regla al receptor de nues-
fantásticos de estilo gótico. En concreto, la imagen tros informes.
elegida es una letra capitular que representa la figura
de un dragón, a la que se añadió la denominación de la
institución en su interior, con un estilo de letra antiguo. 1994: nueva imagen dentro de una
estrategia global de comunicación.
La Cámara de Comptos utilizó esta imagen en las por-
tadas de los informes y resto de soportes hasta 1994.
En 1994, la Cámara de Comptos diseñó su estrategia
de comunicación que, lógicamente, también incluía
nuestra marca. Dicha estrategia puso especialmente
el acento en los medios de comunicación existentes:
prensa, radio y televisión. Se trataba de contar con
ellos como intermediarios para trasladar a la sociedad
nuestra labor.

Y es que cuando la institución elaboró su estrategia
no existía internet, no sabíamos lo que era una pági-
na web y nadie leía periódicos digitales. Por supuesto,
tampoco habíamos oído hablar de las redes sociales.
Los medios de comunicación tradicionales tenían el
monopolio de la información. Y los gabinetes de comu-
nicación de las instituciones dependían de ellos para
trasladar su mensaje a la ciudadanía.

En ese contexto se estrenó la segunda identidad visual
de la Cámara de Comptos, que se ha mantenido hasta
2024. Una imagen basada en un sello de cera encon-
trado en un libro de Comptos del siglo XIV. Se trata de
sellos de placa que se imprimían en los documentos

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