drán la opción de continuar aplicando el tipo impositivo
vigente a 31 de diciembre de 2014, siempre que este tipo
fuera mayor que el que les correspondiera a partir del
1 de enero de 2015. El ejercicio de esta opción deberá
comunicarse al Departamento de Economía y Hacienda
dentro del plazo de presentación de la declaración del
Impuesto de 2014. Se aplicará el tipo impositivo actual
en los periodos impositivos que concluyan antes de que
se comunique al Departamento de Economía y Hacien-
da la renuncia a esta opción”.
Seguramente, evitar un deterioro de activos fiscales
es lo que ha llevado a mantener el tipo a las entidades fi-
nancieras y otras en el régimen estatal o a la posibilidad
de solicitar un mayor tipo en el navarro.
Cuando una norma es contraria al sentido común
debemos preguntarnos los motivos. En mi opinión, esto
se produce porque la aplicación del plan contable y de la
normativa fiscal produce efectos no deseados, que son
visibles al modificar la normativa. No es lógico que al-
guien salga perjudicado al reducirse el tipo impositivo y
prefiera tener un tipo más elevado.
CASO 4. AUDITORÍAS Y MEMORIAS QUE NO SE
ENTIENDEN
“La contabilidad es una de las manifestaciones de la civili-
zación y las leyes que gobiernan su historia son aquellas que
gobiernan el progreso de la humanidad.”
Arthur H Wolf A Short History of Accountants and
Accountancy Londres 1912
Mi vida profesional en los últimos 30 años ha estado
ligada a lo público, pero en los últimos años me ha to-
cado analizar varias veces estados financieros, informes
de auditoría y memorias de empresas privadas. Para mi
sorpresa, cada vez me resultan más ininteligibles. En la
época de la transparencia se presenta una información,
en general, difícilmente comprensible para el economis-
ta no especializado y totalmente incomprensible para
el ciudadano normal. Cuando uno espera encontrar la
solución en la auditoría y la memoria de las cuentas ob-
tiene mayor confusión con frases que dudo entiendan
los académicos de la Real Academia de la Lengua y can-
tidad de referencias cruzadas que dificultan la compren-
sión. Uno tiene la impresión de que se dice todo para
que no se pueda acusar de falta de información, pero de
tal manera que casi nadie lo entienda.
Puede que sea por mi torpeza o falta de puesta al día,
pero les animo a que tomen las cuentas de una empresa
cualquiera del IBEX 35 y comprueben si con su lectura
alcanzan a comprender los datos y las cifras expuestos.
No me quiero extender en este aspecto sobre el que
podría incorporar varios ejemplos, pero sí deseo citar
otra cuestión, que cuanto más la pienso más me sor-
prende: el absurdo cambio de nombres para denomi-
nar lo que era claro y se entendía perfectamente. Me
refiero a que el inmovilizado de toda la vida haya pa-
sado a ser un “activo no corriente”; a ese invento de
las “diferencias temporarias”; a denominar “deterioro”
a lo que todo el mundo llama “pérdidas”, etc, etc. Si el
incisivo Fernando Lázaro Carreter viviera estoy seguro
que nos deleitaría con varios de sus acertados y diver-
tidos artículos.
CASO 5. LA FINANCIACIÓN EN UNA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA
“
Not everything that can be counted counts, and not
everything that counts can be counted
(No todo lo que se
puede contar cuenta, y no todo lo que cuenta puede ser
contado)”
Albert Einstein
En las administraciones públicas se denomina “carga
financiera” a la suma de los importes dedicados al pago
de los gastos financieros y la amortización de la deuda.
Veamos un sencillo ejemplo. Suponemos que para rea-
lizar una inversión necesitamos un préstamo de 1.000
unidades que pensamos pagar en los 20 años que tiene
de vida la inversión. Los préstamos en el mercado a 20
años se firman a un interés anual del 5 por ciento. En
la coyuntura actual se puede conseguir un préstamo a
dos años al uno por ciento de interés, opción por la que
se opta con la intención de renovarlo a su vencimien-
to. Al vencimiento se cancela el préstamo y se concierta
un nuevo préstamo por 900 unidades. Para contabilizar
esta operación registramos presupuestariamente, según
la normativa vigente, un gasto de 1.000 y un ingreso de
900. Algunos contables sostienen que, puesto que se tra-
ta de una operación de renovación y los motivos son
meramente financieros podría registrarse por el neto
contabilizando un gasto de 100 unidades. El ahorro bru-
to
4
en los dos años ha sido de 200 unidades. El ahorro
neto es la diferencia entre el bruto y la carga financiera.
En el cuadro siguiente se presentan, para los dos pri-
meros años, los datos que se derivan de esta operación,
según se considere:
*Caso 1. El préstamo teórico inicial. Es decir, 1.000
unidades a 20 años al 5 por ciento.
*Caso 2. Los intereses reales del préstamo concerta-
do (1.000 unidades a dos años al uno por ciento), pero
considerando que la amortización se hará en 20 años, ya
que se irá renovando a cada vencimiento;
100
Junio nº 69 - 2017
CONTABILIDAD
4
El ahorro bruto es la diferencia entre los ingresos corrientes y los gastos de funcionamiento y nos indica el margen para soportar la carga financiera.