Por otra parte, como veremos a continuación, el es-
tudio de estas actuaciones fraudulentas es conveniente
relacionarlas con los aspectos motivacionales, el sentido
de la responsabilidad, los conceptos de atribución, los
sesgos…que constituyen los aspectos psicológicos que
son objeto de este trabajo.
2.- ASPECTOS MOTIVACIONALES Y DE RESPON-
SABILIDAD
La motivación es un proceso dinámico e interno,
que nos mueve a realizar unas conductas y a no ejecutar
otras, dependiendo de nuestras necesidades, deseos o
pulsiones. Al tratar este concepto estamos poniendo el
foco en el vértice “quiere” del triángulo del fraude.
La motivación intrínseca, es la que se produce sin que
intervenga un estímulo externo, aunque está influencia-
da por los posibles incentivos existentes para la realiza-
ción de la tarea, así como por el grado de dificultad de
ésta. Según Csikszentmihalyi cuando existe congruen-
cia entre los retos que se presentan y las competencias y
habilidades personales, se produce la situación de flujo
(flow), que consiste en un estado de concentración en el
que se muestra una implicación absoluta del sujeto en la
actividad, que fluye sin trabas, absorto por la tarea. En
esta circunstancia, que se expone gráficamente a conti-
nuación, no existe ansiedad (como la que se refleja en
el punto A3) que se manifiesta cundo el desafío de la
tarea es muy elevado en relación a la percepción de las
propias competencias; ni tampoco existe aburrimiento
(como se observa en el punto A2) que se produce en el
caso contrario. En la zona en que están equilibrados el
desafío y la capacidad del individuo (A1 y A4) aparece
el denominado canal de flujo.
Aspectos psicológicos de la auditoría del fraude
77
Auditoría Pública nº 71
(2018), pp. 75 - 82
Cuando se está motivado intrínsecamente, se buscan
situaciones con un grado óptimo de desafío, de tal ma-
nera que si se presentan incrementos graduales de difi-
cultad de una tarea, es posible que se vaya mejorando la
capacidad sin reducir el nivel de flujo óptimo, es decir,
manteniendo su nivel motivacional en el desempeño de
sus funciones. Esto se convierte en un instrumento de la
Dirección para la mejora de la formación de los emplea-
dos, adaptada a los niveles de motivación individual.
Una forma de medir la motivación es por medio la
fuerza motivacional, que es el grado en que una persona
está dispuesta a emplear su energía para lograr un obje-
tivo. Se define así:
F=E*V
F= Fuerza motivacional
E= Expectativa de la persona sobre los resultados
V= Valor de refuerzo o nivel de importancia que tie-
ne la tarea para la persona.
Mediante una matriz como la que se presenta, se
pueden valorar las distintas fuerzas motivacionales de
las personas que realizan un trabajo, en función de los
valores de E y V. Si una persona no se ve capaz de rea-
lizar el trabajo su expectativa será nula (E=0) y si no
tiene interés el valor será también cero (V=0) por lo que
en cualquiera de estos dos casos no existirá motivación
para la tarea.